La ruta que os propongo hoy es una ruta por la parte zamorana de Los Arribes del Duero. Se trata de la cascada de Las Pilas, una sucesión de saltos de agua de aguas cristalinas. Un sencillo paseo apto para para toda la familia.
Nota: Os recomiendo que hagas este paseo en primavera u otoños (o al menos después de unas lluvias), porque si no puede que encontréis las cascada con agua, que es lo que nos pasó a nosotros al ir en pleno Agosto.
La ruta comienza en la localidad zamorana de Almaraz de Duero, concretamente desde su Plaza Mayor. Cogiendo la calle que baja junto al pequeño arroyo del pueblo llegaremos a la fuente principal, de origen románico del siglo XII.
Siguiendo por esta misma calle, Calle Puerto, salimos del pueblo hacia una la pista forestal que supondrá la mayor parte del paseo.
Después de andar unos 2km desde el pueblo, nos encontramos con una bifurcación, donde cogeremos el camino de la izquierda.
Si queréis, podéis llegar hasta aquí en cocheo incluso hasta la bifurcación para la bajada al río y hacer el resto del camino andando. En nuestro caso y debido a la ola de calor que había cuando la hicimos, decidimos hacer esta parta en coche.
Desde donde dejamos el coche, andamos aproximadamente 1 km, hasta llegar al único cartel informativo de toda la ruta. Es una bifurcación en forma de cruz, en la que continuaremos de frente y veremos ya asomar el río Duero.
A partir de aquí, se inicia la bajada hacia el río y el recorrido empieza a ser más interesante en todos los sentidos, especialmente a la vista. Podremos apreciar la grandeza del Duero, con sus meandros y disfrutar de las muchas aves que viven por la zona.
El camino nos lleva prácticamente a la altura del río, donde a unos 200 m veremos unas ruinas mineras, donde hay dispuesta una mesa con bancos. Un sitio ideal para parar y comer algo, salvo que haga mucho sol y quieras un poco de sombra.
Desde aquí ya se puede tener una buena vista de la cascada que hemos venidos a ver, aunque en nuestro caso no fue así, pues estaba seca. Como ya os he recomendado al principio, si quieres ver la cascada es mejor en primavera u otoño, después de unas lluvias. En nuestro caso las niñas se llevaron una decepción pues, a pesar de haberlas avisado.
La cascada de Las Pilas, se compone en realidad de 2 saltos de agua a distintos niveles. La zona donde reposa el agua en cada uno de esos saltos, es lo que se llama pila, y de ahí viene el nombre de esta cascada.
Llegados a este punto cabe la posibilidad de darnos la vuelta o seguir adelante y subir a ver la cascada desde arriba. Nosotros optamos por seguir adelante y con la ayuda de pequeñas cuerdas allí situadas a modo de barandilla, y de unos escalones de metal subimos para ver el punto donde se unen los 2 saltos de agua.
En este punto es importante tener cuidado ya que, aunque no es peligroso, te puedes llevar un gran susto, especialmente si vas con niños.
Aquí encontramos otra de las sorpresas del camino, un pequeño túnel en la roca que podremos atravesar sin problemas para llegar a la parte alta del primer salto de agua (no os olvidéis las linternas).
Las niñas seguían teniendo la esperanza de ver algo de agua en la cascada, pero no fue así, eso sí las vistas son espectaculares.
Después de la desilusión, sobre toda de las niñas, seguimos por la parta izquierda de la cascada. En este punto podemos bajar de nuevo a la altura del río o intentar no perder mucha altura y seguir lo la ladera del monte hasta llegar al camino que nos lleva hasta el coche.
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