Como actuar en caso de accidente en la montaña

La prevención de accidentes durante nuestras salidas de senderismo o montañismo pasa por cumplir, al menos, tres normas básicas: planificar la actividad,  equipar la mochila con el material adecuado y actuar con prudencia.

Está en nuestras manos limitar los riesgos derivados de nuestro comportamiento como la mala preparación física, la alimentación o hidratación incorrectas, el material técnico inadecuado… y si además vamos con niños, la prevención es fundamental.

Pero si pasa… ¿Sabemos cómo actuar en caso de accidente?

Saber responder de manera correcta ante un accidente en montaña es fundamental. En montaña dependemos de nosotros mismos en gran medida, y de los recursos que hayamos adquirido, tanto materiales como formativos, por ello es fundamental salir de casa con la cabeza y la mochila “bien equipada” para el “por si acaso”. Y más aún cuando vamos a hacer una salida con niños.

Aunque la ruta de senderismo sea corta y en apariencia sin dificultad, los accidentes son mucho más frecuentes de lo que pensamos. Porque los niños son niños, debemos tomar conciencia e ir siempre bien equipado y preparados.

Ante un accidente debemos tener presente y aplicar el protocolo de actuación PAS (Proteger, Avisar y Socorrer). Si se trata de un accidente menos, donde hay pequeñas heridas, entonces aplicar los primeros auxilios correspondientes a cada problema. Para ello es fundamentar tener conocimiento de primeros auxilios, a demás de llevar siempre contigo un  botiquín que te será de gran utilidad.

Para accidentes mayores, donde el accidentado no se pueda mover o no esta consciente, entonces debes de aplicar el protocolo de actuación PAS.

¿En qué consiste el protocolo de actuación PAS (Proteger, Avisar y Socorrer)?

A continuación te detallo en que consiste cada paso dentro del protocolo PAS.

1– PROTEGER:

Antes de nada debes párate, evalúa la situación y garantiza tu propia seguridad. El objetivo es hacer segura la escena del accidente, tanto para el accidentado como para nosotros y el resto del grupo.

Debes comprobar la seguridad del entorno y del resto del grupo, evitando que alguien más tenga otro accidente.

Luego, tienes que proteger al accidentado en la medida de lo posible: Si hay peligro y se le puede mover, retíralo del lugar del accidente. Comprueba su estado: ¿está consciente?, ¿respira?, ¿contesta al hablarle?, ¿se muestra orientado y coherente?, ¿hay lesiones y hemorragias?, etc. Estas preguntas te ayudarán a hacer una primera valoración de la gravedad y poder dar esa información en la llamada de emergencia.

En caso que el accidentado esté inconsciente pero respire, y no se sospeche de una posible lesión medular (por un fuerte impacto en la cabeza o la espalda), colócale en la posición lateral de seguridad (permite inmovilizar al herido, mantener las vías aéreas abiertas y expulsar los vómitos).

Una vez el accidentado esté en una posición segura, protégele de la hipotermia con una manta térmica y ropa (suya o nuestra).

Es muy importante tranquiliza al accidentado en todo momento.

2 – AVISAR:

Una vez que el accidentado esté protegido, el objetivo ahora es avisar a los servicios de rescate de la forma más rápida, segura y efectiva.

Si dispones de teléfono móvil con cobertura (aunque no sea de tu compañía) marca el 112.

Si además dispones de cobertura de datos, podrás enviar las coordenadas de tu posición a través de alguna aplicación.

Si no tienes cobertura de ninguna compañía en el lugar del accidente deberás buscarla. Ello te obligará a separarte del accidentado. En estos casos, déjale abrigado con comida y agua y mantén siempre la calma.

Si no disponemos de móvil entonces seguro habrá que buscar el punto de aviso más próximo: otros excursionistas, un refugio guardado, un lugar con radiosocorro…

Una vez que logres contactar con el equipo de rescate, estos te harán unas preguntas para valor cómo afrontar el rescate, como:

• ¿Quién solicita el socorro? Nombre y apellidos.
• ¿Qué ha ocurrido? Intenta describir qué ha sucedido, cuál es el tipo de accidente y cómo ha ocurrido. El número de heridos, la gravedad y tipo de lesiones o el estado en que se encuentra la víctima.
• ¿Cuándo ha ocurrido? Intenta precisar la hora exacta del accidente.
• ¿Dónde ha ocurrido? Procura dar la localización lo más exacta posible del lugar del incidente. Puedes ayudarte del mapa que nunca debe faltar en tu mochila, de un GPS o de algunas aplicaciones para móviles.
• ¿Cuáles son las condiciones meteorológicas en la zona? Viento, visibilidad, nubosidad, nieve…
• ¿Qué características tiene la zona? Describir si está arbolada total o parcialmente, si es una pradera despejada, una ladera pedregosa de difícil acceso, un barranco estrecho… etc.

3– SOCORRER:

Una vez dado el aviso de socorro, el siguiente objetivo es atender al accidentado en base a nuestros conocimientos de primeros auxilios. Es muy recomendable realizar cursos de primeros auxilios y de refrescarlos de manera periódica porque esta diferencia puede salvar vidas.

Si no tienes conocimientos en primeros auxilios, limítate a no moverla o hacerlo lo mínimo posible para garantizar su seguridad. En caso de traumatismos craneales o de columna vertebral, inmoviliza al accidentado y no le quites el casco si lo lleva.

Aplicar los primeros auxilios correspondientes a cada problema: requiere de unos mínimos conocimientos y disponer o improvisar ciertos materiales. Un botiquín te será de gran utilidad.

Las medidas de socorro han de responder a un orden según la gravedad de las lesiones:

• Mantener las funciones vitales, y si es necesario realizar las maniobras de reanimación RCP.
• Evitar agravar posibles lesiones (si sospechamos de lesión medular porque refiera dolor, parálisis, o si está inconsciente pero ha sufrido un fuerte impacto en la cabeza o la espalda).
• Vigilar la aparición de lesiones ocultas, sobre todo hemorragias internas que surgen después del accidente. Deberemos controlar periódicamente el estado de conciencia y evolución del accidentado.

Pero sobre todo RECUERDA

• Deberemos abrigar a los heridos para que no pierdan calor, incluso en verano.
• Mantén la calma y trata de animar y tranquilizar al accidentado. Tiéndele la mano y háblale con tranquilidad. La víctima también necesita este otro “calor”.
• Ten paciencia, que la ayuda siempre llega.