Paseo por las lomas cubiertas de hayas, robles y acebos de la divisoria entre los valles de Saya y Besaya.
Las montañas del Parque Natural de Saja-Besaya separan los valles de estos dos grandes ríos cántabros. Estas montañas presentan grandes desniveles con laderas cubiertas de robles y hayas y alturas despejadas por la mano del hombre.
Nuestro objetivo es el Pico Tordías o Turdías, cima que se eleva en el centro de la reserva.
La solitaria Braña de Brenes (759 m) es el punto de inicio de este recorrido. Se alcanza por la carretera de montaña que sube de Los Llares. 7,2 km asfaltados hasta la entrada del Parque Natural. A partir del letrero indicador está prohibido continuar en vehículo particular.
La braña de Brenes es un cruce de pistas donde pastan caballos y vacas. A nuestras espaldas (NE) se aprecia la ladera herbosa del Pico Cuervo. A la izquierda, al otro lado del camino, se eleva Cueto Alto (O).
Una vez aparcado el coche cogemos la pista que sale de frente y que rodea al Cueto Alto. La pista es ancha y sin apenas desnivel, lo que la hace muy cómoda para andar. Seguimos la pista y poco a poco, a medida que avanzamos, empiezan a aparecer ante nosotros los impresionantes Peña Sagra.
La pista nos llega hasta el Refugio de El Tornillo. Está vacío y en buen estado de conservación.
Seguimos andando por la pista forestal que bordea un bosque de acebos, robles y hayas que cubren el barranco que cae hacia Toral y Mozagro. La ruta pasa junto a una fuente y tras un buen rato de marcha nos colocamos bajo la ladera del Tordías.
Una vieja pista permite subir al prado verde, amplio, mullido, por el cual llegamos hasta la cima de Tordías. No hay buzón. Sí un vértice geodésico y el mojón MP 36 de primer orden.
Desde aquí tenemos unas excelentes vistas que abarcan la totalidad de las montañas cántabras.
Después de comer y beber algo, bajamos a la pista justo en el cruce de caminos donde se ubicó la Venta Tordías. Dicen que sirvió de refugio a arrieros y caminantes que subían a Campoo. Solo quedan unas ruinas.
En este cruce de caminos, podemos alargar la ruta e ir a la ermita del Moral. En nuestro caso, decidimos regresar al punto de partida. Seguimos la pista que bordea el monte Tordías y que nos llega al refugio El Tornillo y de ahí a Braña Breñes.
Una vuelta corta, sin apenas desnivel ideal para hacer con niños. Y con unas vistas espectaculares de las montañas de Cantabria.
Espero que os haya gustado esta bonita ruta y os animéis a hacerla. Si es así no dudéis en dejar vuestra experiencia en la sección de comentarios.
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