Son preguntas que me han hecho muchas veces. Y la realidad es que puede haber muchas razones para subir a la montaña. En mi caso me ayuda a quitarme estrés y a alcanzar la paz interior.
Pero, ¿por qué después de invertir mucho tiempo en subir a la montaña solo pasamos 10 minutos en la cima? Curioso, ¿verdad?
Una vez leí que en lo efímero de ese momento es donde radica su belleza y es verdad. Solo necesitas esos 10 minutos para sentir la paz y la belleza que nos rodea cuando estamos en la cima.
En algunos países, las montañas se consideran deidades. En otros, son cumbres a escalar. En otros incluso son espíritus que pueden enojarse, como los volcanes. En países de todo el mundo, las montañas son fuentes de agua, energía y alimentos para casi la mitad de la población mundial. Y de inspiración y paz interior.
Por eso, es muy importante cuidar las montañas y la naturaleza en general, pues sin ellas no podríamos vivir.
La montaña es capaz de descubre la auténtica naturaleza de las personas. Cuando vamos al monte compartimos la comida, cuidamos y respetamos el entorno, esperamos al compañero rezagado y ayudamos a los perdidos o a los heridos.
Otra cosa muy curiosa que ocurre cuando vamos a la montaña, es que saludamos a los desconocidos. Recuerdo que mi hija me preguntó una vez si conocía a todas esas personas a las cuales había saludo y yo le dije que no. Ella se quedo un poco extrañada y le expliqué que en la montaña nos sentimos más libre y menos estresado y que de forma natural saludos a todos. Esto hizo que el resto del camino saludase a todos con una sonrisa.
Todos los que nos gusta la montaña sabemos que cada día que pasas allí arriba es especial. La montaña es exigente, pero a cambio, te da muchas cosas. No solo en el aspecto físico, te aporta muchos beneficios a todos los niveles, como por ejemplo:
En la montaña estamos menos pendiente del móvil y prestamos más atención a lo que nos rodea como por ejemplo: a las nubes, al viento, a los animales que aparecen, a seguir el camino, a buscar tu ritmo, al compañero que camina a tu lado. Porque para llegar a la cima, tienes que andar mucho. Y, como sabes, una vez que llegas arriba, hay que bajar y bajar juntos.
Podría estas horas hablando de los beneficios de la montaña, pero el objetivo de este post es que si aplicásemos las normas que rigen en la montaña y que seguimos de una manera natural, las aplicásemos en nuestra vida cotidiana, seguro que todos seríamos más felices.
¡Disfruta de la montaña!
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Y muchas gracias a ti por leerme.
Más allá de la Montaña, un blog familiar sobre rutas por la montaña, excursiones a ríos y cascadas, viajes y actividades en familia.
Nos encanta la montaña. Nos encantan las rutas de montaña y senderismo, pero siempre con respeto del entorno y precaución en cada salidas.
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