Consejos para iniciarte en el senderismo con niños y que además sea todo un éxito
Ir a la montaña es una actividad muy recomendada por los beneficios que provoca en nuestro cuerpo y mente. Además, es muy positivo tanto en adultos como en niños.
Pero qué pasa cuando están en la situación en la que te cuesta arrancar a tu hijo del sofá, de la televisión, o de la consola, entonces quizás sea el momento de tomar medidas y persuadirle de que hay vida al otro lado de la pantalla. Entonces tu pregunta será; y ¿Cómo lo hago?
Lo primero que debes hacer es ponerte unas botas de monte y salir a disfrutar de unas horas al aire libre y sin ataduras electrónicas, independientemente de la época del año que sea. Porque los niños imitan nuestras costumbre, ya sean buenas o males, por lo tanto ponte las botas y al monte.
Pero qué pasa cuando tu hijo te mira con cara rara al decirle un sábado por la mañana que no va a poder jugar con la consola porque vais a dar un paseo por el monte. O cuando son muy pequeños y no somos capaces de convencerlos de que anden seguido más de 10 pasos.
¡¡No desesperes!! Todo tiene solución
El senderismo con niños tiene sus desafíos. Pero no es misión imposible.
En este post te voy a contar unos trucos infalibles para que tus hijos puedan disfrutar de la experiencia de andar por la montaña sin tener el síndrome de abstinencia a internet.
Razones para llevar a los niños de senderismo
Hay muchas razones para llevar a nuestros hijos hacer senderismo, como por ejemplo hacer ejercicio y estar en contacto con la naturaleza, entre otras, pero para mí
la más importante es sobre todo pasar tiempo con ellos. Dedicarles tiempo exclusivo sin la distracción de los móviles o el trabajo. Os aseguro que es toda una experiencia que recordaréis siempre y que echaréis de menos cuando ellos prefieran ir con sus amigos que con vosotros.
Qué necesito para hacer senderismo con niños
Se necesitan muchas cosas: desde una buena vestimenta, hasta un “equipo de primeros auxilios” e incluso grandes dosis de imaginación. Pero una cosa muy importante (y para mi es lo primero) es que
debe gustarte a ti. Si tú no eres capaz de disfrutar del senderismo y de todo lo que ofrece, va a resultar muy complicado (aunque no imposible) que puedas transmitir a tu hijo la pasión por el senderismo.
Pasos a seguir para introducir a los niños en el senderismo
-Lo mejor es iniciarles cuando son pequeños.
No hace falta ni siquiera que sepan andar. Hoy en día contamos con mochilas portabebes que hacen que podamos disfrutar del senderismo con los más pequeños (prácticamente desde que tienen semanas). Pero si este no es tu caso, lo mejor es que cuando pueda andar empecemos llevándole al campo y hacer pequeños paseos de unos metros y sin desnivel.
-Consigue que disfruten de la ruta desde el minuto 1.
Solemos cometer un gran error cuando viajamos con niños y es entender el viaje como si fuera el un adulto. Nosotros (los adultos) solemos hacer senderismo con un fin (por ejemplo, ver un paisaje, el lago de al final del trayecto o disfrutar de una cascada) pero con niños no podemos ir con esa intención; ya que seguramente la experiencia para ellos no sea tan positiva.
La ruta de senderismo debe ser una aventura desde el inicio y no solamente al final. Es decir, el destino no es lo importante. Para conseguir esto se pueden hacer muchas cosas: desde jugar durante el camino (el típico juego del “veo veo” puede ser útil) o también se puede intentar buscar huellas y adivinar a que animal pertenecen. Además, recuerda que los descansos son fundamentales para no provocar una fatiga en ellos.
-Adaptar la ruta a las diferentes edades de los niños.
Esto es algo muy importante. No debemos pasarnos en la longitud y exigencia de la ruta porque si no, no van a querer venir más. Comienza por poco, haz rutas fáciles, y vete subiendo en distancia y dificultad en función de la edad del niño y sus ganas. Si el niño se aburre en el camino no andes mucho, crea juegos divertidos que los entretengan como coger piñas, perseguir mariposas, etc.
-Busca rutas que terminen en sitios especiales.
Puedes empezar con una ruta que tenga al final algún incentivo que le guste, por ejemplo, una cascada en la que te puedes bañar, o un salto de agua impresionante, o una cueva…
-Ten paciencia y flexibilidad.
Piensa que viajas con niños, debes ser paciente y flexible. Es normal que se detengan para ver cualquier cosa que les llame la atención o que se entretengan por el camino. Debes plantear la ruta de senderismo como una especie de recorrido lleno de enseñanza en el que tu hijo va a descubrir; y debes dejar que lo haga para que disfrute.
Por ejemplo, si haces una ruta por una zona con cascadas y ríos deberás ser consciente de los niños suelen quedarse fascinados por el agua y que, por lo tanto, seguramente se entretengan más y hagan más paradas. Al igual que debes ser paciente si hacen muchas preguntas sobre un animal o planta. Es algo normal.
No es debéis enfadar con ellos. La experiencia debe ser positiva en todos los sentidos. Por eso los niños nunca os deben ver enfadados si no quieren andar, o si están cansados o aburridos, sino siempre asociarán que cada vez que vais al campo la experiencia termina mal.
Aunque no quieran hacer el recorrido siempre hay opciones, como quedarse en un sitio jugando a algo, buscando bichos y observándolos con una lupa o buscar hojas para pegarlas en un cuaderno… el caso es que la próxima vez recuerden que la salida fue divertida y quieran repetir, seguramente la siguiente ruta querrán andar un poco más para buscar esos bichos que no encontraron la primera vez.
-Ten en cuenta la vestimenta.
Esto en el caso de que hagáis la ruta de senderimo con niños en invierno, debeis ten en cuenta que se pueden mojar o ensuciar, por ello, lleva ropa de recambio y también llevar alguna que otra prenda extra de abrigo por si tienen frío.
El verano ten en cuenta la hidratación y la ropa de recambio por si se mojan o bañan en algún sitio.
Aunque no lo parezca la vestimenta es esencial. Si se encuentran secos y tibios se pueden convertir en unos superexploradores sin quejas de nada.
-La comida siempre es una motivación.
Cuando salimos a hacer senderismo con mis hijas siempre llevamos una bolsa de gominolas con nosotros. Puede que no sea lo más indicado (aunque se trate de una fuente de energía rápida), pero es una mánera de tenerlas entretenidas y motívales a conseguir retos, como llegar hasta el árbol que está más adelante, o hasta el río o incluso hasta el final de la ruta.
Ideas para mejorar la experiencia del senderismo
-Cambiar de paisaje para que no se aburran:
que no quieran andar por una montaña, donde les haya costado subir una cuesta, no significa que no debamos intentarlo en otro tipo de paisaje como un bosque, cada uno nos gusta una cosa. No te rindas a la primera.
-Tenemos todo el tiempo del mundo:
hasta que anochezca, claro. No metáis prisa, cada niño tiene su ritmo. Disfrutad de cada paso, siempre es mejor hacer menos distancia (no se trata de una carrera) pero con tiempo, que llevar a los niños arrastras y sufriendo detrás de nosotros para poder llegar a un punto, por muy bonito que sea. Si no se llega a la primera, quizás la próxima vez si podáis.
Senderismo con niños por edades
Más allá de lo ya comentado antes, os dejo algunos consejos más específicos por edades. No es lo mismo hacer una ruta con un niño de 7 años que con un bebé de 6 meses.
-Senderismo con bebés
Si eres un amante del senderismo y tienes un bebé seguramente quieras que éste disfrute del medio ambiente. Además, es muy positivo para ellos y para su sistema inmunológico.
Si tiene entre cero y doce meses será esencial ir con un
portabebés o mochila portabebés. Es muy importante contar con una para poder moverte con él sin problemas. Y también será primordial que tú vayas con un calzado adecuado y con un ritmo moderado para no sufrir ningún tipo de percance en la ruta.
-Senderismo con niños pequeños (1-3 años)
Son unos años de transición, por así decirlo. En este tiempo los niños empiezan a dar sus primeros pasos y es cuando más quieren caminar. Están desarrollando esa habilidad y la quieren poner en práctica. Pero esto no indica que lo hagan durante mucho tiempo y durante un buen rato. Por ello, debes escoger rutas en las cuales puedas llevar un carrito o sino las mochilas portabebés suelen ser muy socorridas cuando se cansan. Escoge rutas cortas y sin apenas desnivel, en entornos bonitos que les estimule.
Recuerda llevar ropa de recambio, porque a estas edades tienden a mancharse mucho. Los charcos suelen llamar mucho la atención.
-Senderismo con niños (5-12 años)
En estas edades es mucho más sencillo a la hora de hacer senderismo. Puedes planificar rutas de senderismo algo más largas e incluso con algo más de desnivel. Además, es importante que empiecen a llevar su propia mochila con comida, agua y algo de ropa. Aprovecha para enséñales hacer una buena distribución del peso y a pensar en las cosas que deben meter en ella.
Como son edades en las que los niños se mueven más, es importante establecer unas normas, por ejemplo: que no deben irse lejos y siempre estar a la vista vuestra o que pueden andar un trozo grande y después detenerse a descansar hasta que la familia vuelva a ser visible para ellos.
Espero que esta guía os sirva de referencia para que vuestros hijos disfruten de la experiencia del senderismo. Pero, tú conoces mejor que nadie a tu hijo/hija y puedes saber qué más cosas pueden ser esenciales para él. Déjate guiar por tu instinto maternal o paternal y sobre todo DISFRUTA!