Datos de interés:
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Distancia:
9,89 km
• Desnivel:
584 m
• Tipo de ruta:
Circular
• Dificultad:
Fácil
• Altura máxima:
1997 m
Descripción de la ruta:
Este recorrido transcurre por el Valle de Aisa, en la Jacetania. Para acceder al punto de salida hay que tomar una pista asfaltada a casi 1,5 km de Aisa dirección Jasa. Tras algo más de 6 km llegamos al paraje llamado El Rigüelo, desde donde comenzamos la marcha.
Tomamos la pista que desde el aparcamiento nos lleva en pocos minutos a los llanos de Napazal. Cuando la pista comienza a llanear, un poste marca la señalización hacia el Refugio de Saleras. Se trata de un refugio libre algo destartalado. Paralelo a esta senda va la pista con l acula os juntaremos más adelante.
Seguimos adelante, dejando a la derecha el pequeño barranco de Igüer, hasta llegar a los Llanos de Napazal.
Los Llanos de Napazal, es un lugar precioso, tranquilo y muy agradable. En mitad de los llanos, el sendero se vuelve a unir con la pista donde encontraremos postes de la Red de Senderos de Aragón, que señalan hacia al Puerto de Aísa, al que se llega pasando antes por el Collado del Bozo.
Seguimos el sendero marcado hacia el Collado del Bozo. Tras una pequeña pero dura rampa encontramos la conexión con la GR 11 que comunica el Refugio de Lizara con Canfranc. Seguimos hacia el Collado del Bozo.
Los bonitos llanos de Napazal van quedando abajo.
El sendero GR 11 nos lleva por una zona rocosa donde debemos seguir la señalización de marcas de pintura roja y blanca en las piedras.
Seguimos adelante, pero la peque ya empieza a estar cansada y nos damos cuenta que no vamos a poder llegar hasta le collado del Bozo, que era nuestro objetivo. Siempre debemos ser conscientes que tan importante como subir es bajar y cuando vas con niños más. Podíamos a ver forzado un poco y haber llegado hasta el collado, pero sabíamos que si lo hacíamos luego nos arrepentiríamos porque la niña está muy cansada. Por lo que decidimos parar comer y descansar un buen rato. El entorno es precioso y las vistas fantásticas. Disfrutamos de espectaculares vistas del Aspe, Llena de la Garganta, Llena del Bozo, Lecherín y entre otros.
La bajada la quisimos hacer circular. Por lo que en vez de darnos la vuelta y bajar por el mismo camino de subida, nos dirigimos hacia una rampa de hierba nos dejó en los Llanos de Napazal .
Desde aquí y ya sin problemas regresamos al aparcamiento por la misma ruta inicial. Como colofón a nuestra excursión, nos quitamos las botas y nos refrescamos en el río.