Hacer trekking o senderismo con niños, no solo estás haciendo que los niños realicen un ejercicio físico, sino que supone una oportunidad para brindarles de una manera amena el valor por la naturaleza y su entorno.
Dar un paseo al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, les ayuda a aliviar los niveles de estrés acumulado
durante la semana.
Cuando planificamos una salida de trekking con niños, debemos de tener en cuenta aspecto como que sea una experiencia segura y llevadera para los niños. Así que, para evitar cualquier contratiempo y conseguir que toda la familia disfrute al máximo de una jornada de trekking, aquí os dejo las siguientes recomendaciones:
1. Elige bien el itinerario
Al planificar la salida de senderismo debemos
tener en cuenta la edad de los niños
y por ello elegir y una ruta que será segura y no demasiado exigente. A partir de los 5 años, son capaces de desplazarse con mayor firmeza y agilidad, por lo que te permite escoger rutas con algo de desnivel y algo más largas. No obstante, cuando los niños son más pequeños y en caso de no llevar una
mochila portabebes, puedes escogerse rutas más llanas y más cortas, con caminos bien definidos para minimizar el riesgo de tropiezos.
2. Preparar la ropa adecuada
Seleccionar las prendas más adecuadas depende, sobre todo, de las condiciones meteorológicas. Para cubrir casi cualquier posibilidad, es recomendable contar con 3 tipos de vestimenta: una capa transpirable, otra de abrigo y una tercera impermeable.
En cuanto al calzado, siempre es recomendable que sea cómodo para los niños y a ser posible impermeable. Donde además de por los cambios de tiempos que podemos sufrir en la excursión, en el monte es fácil encontrase con charcos y riachuelos, donde la tentación de saltar sobre ellos es algo que no pueden evitar los niños.
3. Preparar la comida y la bebida
No importa si tu excursión dura un día o un mes, lo que es realmente importante es planificar muy bien las comidas que se realizarán y los alimentos que son necesarios llevar. No solo hay que tener en cuenta la composición nutritiva de los alimentos, también su peso y su volumen, ya que hay que cargar con ellos durante buena parte de la excursión, que puede durar varias horas. También, no nos tenemos que olvidar que la hidratación.
4. Meter en la mochila otros elementos útiles
Hacer trekking en familia ofrece, muchas alternativas atractivas y provechosas para los niños. Desde la observación del paisaje a través de unos prismáticos hasta el aprendizaje sobre orientación al que puede contribuir una simple brújula, pasando por el empleo de multitud de artículos que puedan hacer más atractiva la experiencia.
5. Implicar al niño en las tareas previas a la salida
Es importante que desde un principio los niños se sientan parte del plan, y para eso es aconsejable que ayuden en la preparación de la comida que se va a llevar en la mochila, la ropa que se van a poner y llevar en la mochila, etc. A partir de 5 años, ellos pueden llevar su propia mochila que ellos mismo pueden preparar.
También es importante hablar con ellos sobre la ruta que van a hacer y el entorno que van a ver. Incluso darles la opción de escoger entre varias rutas, en función de lo que a ellos les guste.
6. Establecer una serie de reglas
Es importante transmitir a los niños que el entorno natural hay que cuidarlos y que todo tipo de desechos que generemos, los debemos llevar de vuelta con nosotros. También es importante hablarles de los posibles peligros que puede entrañar la excursión.
7. Tener paciencia
Para que la salida de trekking tenga éxito, es importante adaptarnos al ritmo de los niños. Ralentizar la caminata y realizar paradas frecuentes son buenas medidas para que nuestro hijo no se acabe cansando y desmotivando. Por eso es importante ir con buena dosis de paciencia.
8. Fomentar el juego, el aprendizaje y la sensación de aventura
Los niños se mueven por la motivación y una manera de motivarles es hacer de la excursión una aventura. Dar rienda suelta a la imaginación, fomentando el juego y el aprendizaje es fundamental. Estudiar la fauna y la flora de la zona simulado ser unos grandes exploradores es beneficioso y divertido al mismo tiempo para ellos.
Para ello es buenos que los niños lleven en su mochila, prismáticos, un mapa, brújula e incluso una linterna, de tal manera que les ayude a recrear más a la aventura.